martes, 5 de julio de 2011

Cuchillo (a Leonel Elizondo)

El placer, su vacío alrededor, la vigencia de un cuerpo destrozado
brutal amanecer entre colchas que suscitan soledad,
y esto es así: el dolor de ese placer, su vacío
Pero entonces, ¿cuál es el límite, la trampa de mi sexualidad?
¿Dónde comienza a escindirse?
Diríase que tengo un delirio organizado
acaso siendo dos dolorosamente y el sostén imaginario del yo.
Yo debiera vivir. Porque estas son mis manos, mis ojos, mi pija, mis pies
esto es lo que me conmueve y me horroriza
y así la tierra nos acumula como un cálculo terrible
terrible cuerpo bestializado en posesivos cuartos oscuros
olor a alcohol, una mancha de tinta sobre el piso
un cuchillo cayendo en la cocina.
Todas las voces, todo el pobrerío de estos días tristes.
Descomunal corazón destrozado
bandada de pájaros huyendo a morir hacia el mar
¿Qué antigua pasión vuelve hecha enfermedad?
Ajados labios rotos y toda la sangre de estas lágrimas
guantes negros que escarban mi basura y
muertos ya esos cuerpos sobre esa cama
cuando la condición del amor es la antropofagia.
Instancias en las que melancolizo alcohólico
sobre la barra de un bar, suma fatal, soledad
fatuo cordel donde se cuelgan las fotos para
instalar una memoria, una muerte natural.
Prender con alfileres la mariposa al corazón
exaltar ese mariposeo, esa carencia de cuerpo real
ese vuelo frágil y buscar y seguir buscando
porque en algún lugar de esta constelación estará mi estrella
¿Pero dónde pararse y cómo? ¿Desde qué lugar hablar?
Hogar donde citar grandes frases seguras
ceñirme a esa seguridad, a esa vigilancia para no caer en la culpa
¿Sé mi dios? ¿A quién le pido?
Siempre hay un sujeto que viene a violarme, una sujeción.
Subir hasta el acantilado más alto y detenerse a mirar el mar.
Adentrarse en selva oscura para buscar el animal
el verdadero llanto que debemos asumir.
Hacer una cinematografía de mis estados,
mis incidentes, mis repercusiones
Y la palabra sería hacer como producir rupturas,
junturas, ruidos, instituciones.
Amar y ser amado. Amar y ser amado.
Amén