- Noche
La tristeza es unánime, y fiel y
todo lo que pueda tocarse esta noche
(todo lo que toco es frontera)
Me han dejado,
alucinado
en la hora extra.
Alguien, trabajándome en negro.
Y sin embargo existe un cuerpo que no puedo olvidar.
Este es el miedo que no puedo olvidar.
En la librería el sol apenas entra y
a mí me duelen los artefactos, las cosas que veo.
Y busco padres y madres en la mirada del otro,
pero no los encuentro. El otro me quita algo.
Llueve afuera, y la lluvia entra
y nos moja la cara
nos golpea.
¿Cuál es mi violencia cuando llueve?
¿Cuándo seré Patrón,
patrón común de alguien?
- Día
Es un día turro, franco
y duele el impacto del corazón sobre la cama
(y la cama se pudre en el patio)
Bajo esta voluntad de guerra, esta tristeza
lloramos una muerte ajena
cuando estamos todos muriendo,
y duele vernos caer en otros campos
en la concentración de otros disfraces.
Sigo lamiendo el plato y
hay pactos y leyes en el mambo militar de las miradas.
Bajo el fusil de buenos aires
bajo el bajo presupuesto que supone toda inercia,
sigo calcando el mismo terror
la cobardía de un aterrizaje.
Y pienso, demasiado pienso.
Pero todo suma,
su mano armada
su propina, mi soledad.
Y yo me aplaudo solo, pero es un gesto menor
una resistencia.
jueves, 25 de febrero de 2010
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