lunes, 16 de marzo de 2009

Bien Venido (a un extranjero)

Vení a mi cama
a mi campo político
quiero unirme Soviéticamente.

Oh, Romero
Ramera ¡y con esmero!
un mero romper las bolsas y
anonadar mi rostro en ellas.

Este es mi disfraz de pluma sin escritura.
Oh, mi símbolo de pobre tipo.

Ser argentino es mi destino,
mi gran terror vanidoso:
"...pero si soy un santo, un satanás..."

La belleza: ¿no es morir?
He encontrado la Belleza, la ridiculez:
¿Es esto la muerte? ¿o esto es poseer suerte?

A mi pesar:
El terrible peso de ser de alguien su Fetiche.
Lo que continúa ladrando es el viejo perro muerto
del amor en su punto cúlmine,
en su vacilación
¿volví a la vaselina?.

Vení a mi cama,
a mi campo político:
soy una agrupación
Quiero anonadarte o
romperte el ano a palabrazos, que
para brazo derecho estoy yo - con el perdón -
Soy todo un peronismo:
hagamos un muerto, un ídolo.

Este es mi disfraz de pluma sin escritura,
y en este poema,
en este problema pesa el Sentido,
la Ley Nacional.


Lunes 16 de marzo, 2009.