lunes, 18 de octubre de 2010

Contracaribe

1.
Como patada unánime en el culo o vuelo a lo pavote.
El placer irrumpe corrosivamente en este cuerpo
y es feroz la dualidad que me acecha en este campo imaginario.
El viento está por volarme los sesos y así:
al que no se murió lo están matando.
Y dije bien: el viento está por volarme o caer de cara al piso
y tender grandes puentes colgantes.

Es a mitad de la noche que viene a darse el desastre.
Noches en que ni una luz prendida puede salvarme.

2.
Como patada unánime en la cabeza más bestial,
un acceso de soledad a mitad de la noche a mitad de la labor sexual.
Entonces, es el resquicio del dolor sexual
y no ya el dolor que el resquicio va dejando.

Es como matarse allí donde nadie te ve
es como no poseer y ser poseído al mismo tiempo.

Cuando la entrada a todas las cosas es la emergencia.

3.
Como despertarse a mitad de la noche y respirar artificialmente,
es como amanecer en alguna posición (y la posición deberá ser festiva).
"...tutto l´amore, tutta la speranza in contradizzione con la azionne di l´attesa..."
(...todo el amor, toda la esperanza en contradicción con la acción de la espera...).

4.
a. Acaso un cuartel donde pudiera educarme. ¿Acaso la ley?
b. Donde pudiera en perspectiva desufriente.
c. Pero nada, acaso nadie podrá depositarme en los cajeros.
d. Seré pobre por siempre.

5.
Como caminar descalzo en asfalto calcinante.
¿O cómo es, cómo se es, cómo se hace?

6. (Posición festiva)

¿Y si dejo de actuar?
Lo mucho, lo poco como instancias inseparables de mi alma
y mi alma, salvaje restada de una gran suma
medición de mi fealdad en sus corazones.
¿Y si dejo de actuar?

El corazón se fisura después de la fiesta y
sólo queda el fondo, muerta la figura.
Este es mi estado, oscuro de nosotros, los víctimos los victoriosos
parias ridículamente incompatibles
degenerados por "el vértigo estúpido de las cosas".
Como no voy a morir si el reino humano me atribuye su carga virtual
y me sacrifica y luego no me reconoce.

Escribo con un cuchillo a mi lado, y en su filo brilla el sol.

¿Qué busco, qué estoy buscando?

Descifrar el enigma o dispararme,
descargar el arma en medio de la fiesta o
volverme a babear sobre la almohada.
"Tiempo y distancia"

¿Y si se cae el telón?
¿Qué dirá él, sobrecargado de mitos, de espectáculos?
La cobardía de este acto o el teatro de este corazón:
un débil estanque donde mojarnos los pies y sonreír hacia el parque,
hermoso mío, víctima de mi neurosis, mis sufragios.

Como sistema represivo viene a frenarme en medio de la fiesta
donde los putos bien vienen a
apoderarse de mis ojos,
me arrancan la mirada de un solo navajazo.
Y yo tiemblo rendido a los pies de cualquier culto marginal
(o practico la heredad de una cultura).

Pero mi posición es fatal, es dramática,
el teatro viene a fijarse en cualquier parte
y yo no soy capaz de soportar el tercer acto.
Ah...pero el último tiro, el de Hedda Gabler.

Aunque esta historia esta criminalmente hablando
reacción frente al amor y otros desastres
a todo lo que mi sociedad pacta secretamente
y a costa de mí conmigo
o todos nosotros pero solos
siempre solos y fugados en cuanto a todos.

Mientras, si supiera fabricar...

Instancias en que mi cuerpo me queda chico
(y el espectáculo no es menor)
excedido por un pensamiento monstruoso
sin poder trazar el límite de lo público y lo privado.
Cae el telón.

Jorge Agustín Romero.

1 comentario:

Marianito dijo...

es hermoso agus, me encanta.
quiero un libro, como hacemos?